¿Llevas varios días con una idea en tu cabeza? No importa lo que hagas, la idea continúa desarrollándose y sin poderlo evitarlo ya has pensado en nombres de personajes, locaciones, y trama principal. O al menos tienes una leve noción de hacia dónde quieres ir.
La mayoría de los escritores brújula se sentarían a escribir capítulos como vayan fluyendo en su cabeza, mientras que los escritores mapa buscarán una manera de organizar el tsunami de ideas que están teniendo.
A continuación voy a darte algunos tips (que me han funcionado a mí) que puedes tomar en cuenta antes de escribir el primer capítulo de tu historia. También te dejo la versión en video (YouTube), en caso de que prefieras el contenido visual.
Los escritores brújula son aquellos que, teniendo una idea general sobre lo que quieren con su historia y creyendo saber a dónde quieren llegar, empiezan a escribir. Drenan ideas a medida que escriben capítulos, y cuando terminan, vuelven al principio para rellenar con los detalles que obviaron al inicio (dado que no lo tenían muy claro).
Los escritores mapa son todo lo contrario: sienten la necesidad de plasmar en un documento (libreta, bloc, hoja de word, teléfono, ¡donde sea!) las ideas que van surgiendo en sus cabezas, y poco a poco van articulándolas y estructurándolas. Tratan de planificar cada detalle antes de empezar a escribir su novela, y tienden a usar escaletas (una guía donde resumen capítulo a capítulo lo que desean que suceda en su obra).
Particularmente soy escritora de mapa, me encanta elaborar escaletas antes de comenzar a escribir dado que no me gusta adentrarme en un bosque a ciegas. Sin embargo, cada cabeza es distinta.
¿Esto significa que los escritores brújula no se planifican? ¡Para nada! Los escritores brújula (algunos) suelen hacer una investigación previa, especialmente si tienen que crear un mundo de fantasía/paranormal/ciencia ficción. La única diferencia es que ellos no van a elaborar una guía de lo que sucederá capítulo a capítulo, sino que prefieren dejar que la historia fluya.
Y tú ¿qué tipo de escritor eres?
La idea de una novela es una noción de lo que quieres lograr con ella, es un abreboca del género que tienes pensado explorar y el tema que deseas abordar.
Utilizaré un ejemplo sencillo de la idea de una novela:
«El protagonista es un vampiro que se enamora de una mortal. Ella sospecha lo que es él pues viene de una familia de cazadores. Ambos se enamorarán, sin saber cómo lidiar con los orígenes de sus familias y el peligro que puede representar para su amor.»
Esa es solo una idea: 1) Ya definí que mi historia será sobre vampiros, es decir, forma parte del género paranormal -con romance-; 2) Tengo una noción muy básica de lo que es el mundo de ambos protagonistas, pero debo investigarlo; 3) Tengo un punto de inicio.
Si tienes tu idea bien definida, el resto saldrá con naturalidad.
Sin importar si eres escritor brújula o mapa, la investigación y creación de tu mundo es una prioridad antes de empezar a escribir. Seguro te estarás preguntando: “Gaby, ¿en todos los géneros hay que construir mundo, incluso en Romance?”. Mi respuesta es: depende.
Si tu novela responde a los siguientes géneros: ciencia ficción, fantasía, o paranormal, entonces sí deberías crear tu mundo con anterioridad. Por creación del mundo no me refiero a únicamente crear un planeta ficticio o un lugar geográfico que no exista. Crear un mundo también consiste en crear las reglas de la sociedad en las que tus protagonistas se desenvuelven.
Tu novela necesitará coherencia y lógica, que las cosas sucedan por un motivo, y eso usualmente te lo otorga el conjunto de normas que creas.
Volviendo a nuestro ejemplo de vampiros, ¿cómo crearíamos un mundo si lo ambientamos en Estados Unidos en pleno siglo XXI? Desarrolla el mundo paranormal en el que tus personajes desenvuelven. Si tomáramos el ejemplo que di más arriba, mi tarea para pensar en el mundo de mi novela sería responder a las siguientes preguntas:
¿De dónde provienen las familias de los protagonistas (contexto, historia, conflictos)? ¿Cómo son los vampiros de mi novela, cuáles son sus características (inmortalidad, poderes, alimentación, cultura, rasgos físicos)? ¿Existen otras criaturas sobrenaturales en este mundo ficticio? ¿Los vampiros tienen conflictos con otro grupo? ¿Los humanos saben de la existencia de los vampiros?
Crear un mundo se trata de darle coherencia al contexto en el que tus personajes se van a desarrollar.
Algunos escritores brújula prefieren no darle tanta cabeza a las profundidades de la trama sino irla descubriendo ellos mismos hasta llegar al final que tienen en mente. Pero, si eres escritor mapa (como yo), tener claro cuál es tu trama antes de iniciar te aliviará una carga mental gigante.
La trama es el desarrollo de tu idea principal, es visualizar cómo se desarrollarán tus personajes en el mundo que creaste, y cómo o de qué forma llegarán al punto que tienes pensado como el final. Crear la trama es darles un verdadero objetivo a tus protagonistas desde el mero inicio y tratar de no salirte de allí.
Volvamos a nuestro ejemplo vampírico:
«El protagonista, Sebastian, viene de un clan vampírico cuyo origen se remonta a la Europa medieval y que migró a un pueblo en Estados Unidos huyendo de un conflicto con otro clan igual de grande y poderoso. El clan de Sebastian, los Hansen, se oculta de los humanos y cada dos generaciones migran de pueblo para evitar que los mortales descubran sus orígenes. Hasta que llegan a Salem, Massachussets.
Cuando nuestra protagonista, Anna Smith, conoce a Sebastian, siente una fuerte atracción hacia él y es algo recíproco. Lo que Sebastian no sabe es que Anna proviene de una familia de cazadores de criaturas sobrenaturales y que ella está próxima a culminar su formación como cazadora. Los Smith, además de cazadores, ejercen mucha influencia en la ciudad y uno de sus miembros es reverendo en la iglesia más grande de Salem.
Sospechando sobre la naturaleza de Sebastian, Anna decide releer libros antiguos de su familia sobre vampiros y descubre allí que él podría ser uno. Lucha contra el impulso de decírselo a sus padres y tomará la iniciativa de analizarlo para después acabar con él por ella misma, solo que sus sentimientos se harán más fuertes. Los Hansen descubrirán que los Smith son cazadores y deciden que hay que acabar con ellos, pero los sentimientos de Sebastian le hacen advertirle a Anna. Esto desencadena un conflicto entre humanos y vampiros donde inocentes fallecerán, y el amor de Anna y Sebastian se ve en juego.
Los Smith no serán piadosos y no perdonarán a ningún vampiro. En un enfrentamiento final entre cazadores y vampiros, uno de nuestros protagonistas muere.»
A pesar de ser muy general, este argumento: 1) pone en práctica el mundo que se creó; 2) explora la idea principal, el género principal, y el subgénero; 3) hará más sencillo elaborar una escaleta; 4) ayuda a imaginar mejor un primer capítulo; 5) nos ayudará a definir mejor las personalidades de los protagonistas.
Lección 1: Jamás subestimes el proceso de creación de tu personaje.
Lección 2: Jamás te olvides de los personajes secundarios.
El problema de no planificar las novelas antes de escribirlas es que solemos otorgarles características a los protagonistas que van cambiando de acuerdo con el estado de ánimo del autor cuando se sienta a escribirlos. Tus personajes necesitan tener una lógica en sus acciones, y por sobre todo necesitan un objetivo que lograr dentro de tu novela. Esto es vital.
No importa el género que escribas. Tu personaje necesita algo que alcanzar. Punto.
Ejemplos por género:
Ciencia ficción: Jurassic Park.
John Hammond necesitaba de profesionales que avalaran su parque. Alan, Ian, y Ellie fueron para evaluar el parque.
Fantasía: El señor de los anillos
Los personajes tienen que destruir el anillo de Sauron para salvar la tierra media.
Paranormal: Crepúsculo
Bella ansía descubrir qué oculta Edward y posteriormente, sobrevivir a los vampiros que amenazan su vida.
Romance: Yo antes de ti
Louisa necesita un trabajo para ayudar económicamente a su familia. Tras conocer a Will se propone hacer que él quiera vivir de nuevo.
Juvenil: Un beso en París
Anna debe sobrevivir a su último año de instituto en un internado en Francia, lejos de su hogar en Estados Unidos.
Misterio: Los hombres que no amaban a las mujeres
Mikael es contratado para investigar a la familia Vanger y descubrir cómo o porqué desapareció la pequeña Harriet varias décadas atrás, en 1966.
Además tener un objetivo que sea claro desde el inicio, debes otorgarle a tu personaje características personales y físicas que le definan. Quizás el aspecto físico sea lo de menos en algunos casos, pero definir su personalidad puede ser clave: si tu protagonista es rebelde y explosivo/a, eso determinará su comportamiento y acciones a medida que descubra cosas nuevas en tu novela; si tu protagonista es tímida y no le gusta interactuar con otros, no es coherente que a la mitad del libro se vuelva repentinamente espontánea y tajante. Tus personajes necesitan coherencia, y esto es algo que se aprecia al leer.
En este mismo sentido, debes plantearte si tu personaje sufre de miedos específicos, traumas, o enfermedades. Dependiendo de estos elementos, tus protagonistas reaccionarán diferente a las situaciones.
Por último: no agregues personajes secundarios solo por añadirlos. Los personajes que no le suman a tu trama principal no merecen estar allí. Ahora bien, si decides agregar un personaje secundario tienes que darle el mismo cariño y profundidad que a tus protagonistas.
Me habría gustado hablar sobre cómo armar escaletas, pero creo que eso requiere una entrada de blog en sí misma. Sin embargo, intenté dejar aquí los elementos más básicos en los que deberías concentrarte para planificar tu novela antes de escribirla:
Una vez lo tengas, ¡estarás listo para escribir tus primeros capítulos! Mucha suerte.
Que la inspiración siempre te acompañe.